Las estructuras de Estado que el presidente Artur Mas quiere poner en marcha en Catalunya incluyen un proyecto de “servicios de inteligencia” dotado con 306 agentes y un presupuesto de 28 millones de euros al que compara con el Centro Nacional de Información español (CNI, con un presupuesto de 225 millones de euros), la National Security Agency norteamericana (NSA, 2.700 millones), el Government Communications Headquarters británico (GCHQ, 582 millones), la Agence Nationale de la Sécurité des Systèmes d’Information francesa (ANSSI, 90 millones) o el Bundesamt für Sicherheit in der Informationstechnik alemán (BSI, 68 millones). En otras palabras, unos servicios de inteligencia que se codean con los mejores del mundo. En algunos documentos incluso aparece la comparación con la Федеральное Агентство Правительственной Связи и Информации rusa (FAPSI, 254 millones).